jeudi 30 avril 2015

29 de abril - Kyoto

Salimos cargaditos de mochilas y niños a las 9 de la mañana. Para llegar a la estación de Shinagawa, hay que caminar 15 minutos, luego coger tres trenes distintos con trasbordos larguísimos. Llegamos justo a la hora de coger el tren bala hacia Kyoto. Leo estaba ya impaciente de cogerlo, cada vez que cambiábamos de tren preguntaba si ése era por fin el tren bala.


Llegamos a Kyoto en nada gracias a la velocidad supersónica del Shinkansen. Para llegar más rápido al hotel, decidimos coger una linea de cercanías y bajarnos una estación más adelante. Error: había retraso y nos quedamos media hora con mochilas y niños encerrados en el tren como sardinas en una lata. Depués de salir del tren del infierno, tardamos en encontrar el hotel a pesar de múltiples planos en diversos formatos, total que de la estación a la habitación tardamos unas dos horas.
Nuestro hotel:

Arklead Gojo Horikawa Guesthouse
700-1 Kakimotocho Shimogyo-kyu

Es un apartamento más que un hotel, y tuvimos un problemita ya que no admitían nada más que un niño y aparecimos con dos. Pero al vernos cargados y sudados con dos rubios encima, nos dejaron quedarnos. Las habitaciones tienen cocina, microondas, lavadora y una mesa con sillas. El baño es estilo japonés con calefactor integrado para el aire y el agua. Con el agua me apañé, con el aire menos y se tuvo que quedar encendido toda la noche. Incluso había una tele miniatura para ver mientras se baña uno.




Después de descansar un rato fuimos a alquilar unas bicis (habíamos visto unos folletos en la entrada del hotel). Venían con sillitas y todo, incluso se podían alquilar unas eléctricas pero ya no las había entonces las reservamos para el día siguiente. Con nuestros nuevos vehículos fuimos a explorar la ciudad en busca primero de unos columpios que habíamos visto desde el tren. Había unos vagones de tranvía antiguos convertidos en puestos de comida.


Para cenar, encontramos un restaurante con menú en japonés pero con fotos de las comidas, así que escogimos medio al azar. Sorpresa, lo que habíamos pedido era secreto ibérico y carrillada de ternera, todo muy rico y con verduras fresquisimas.

¡Hasta mañana!

mercredi 29 avril 2015

28 de abril - Tokyo

Era nuestro último día en Tokyo y nos faltaba todavía por ir al centro. Fuimos entonces, como no, al famoso cruce de Shibuya.


Paseamos por allí y vimos que aparte del cruce está la cosa bastante tranquila. Comimos unos filetes empanados japoneses y un plato de curry rice también japonés.
En el restaurante saqué una foto del mando de los baños japoneses para vosotros.


Hay dos chorritos de agua con distintas orientaciones y fuerza del chorro y temperatura regulables. Luego en algunos hay un secador y calefacción en el asiento. Nunca ha cagado unos tan a gusto. Y luego dicen que Japón intenta ahorrar luz después de Fukushima. Entre eso y las bañeras que se mantienen siempre calientes, no sé si alcanzan el objetivo del plan nacional.

Después de comer fuimos paseando hasta el templo de la dinastía Meiji (Meiji-Jingu), el más importante de Tokyo, que fue construido a finales del siglo XIX. El emperador que lo edificó le daba mucho al vinito y le regalaron unos cuantos barriles de Bourgogne para consagrar el templo.


También los productores de sake ofrecen cada año un barril al templo.


La puerta está hecha de un ciprés de 1500 años


Para terminar el día cocinamos para Tomoko: tortilla de patata (nota: una patata cuesta 70 céntimos la unidad), gambas al ajillo y pulpo a la gallega. Con eso si no me dan la nacionalidad...

27 de abril - Disney Land

El lunes por la mañana atravesamos toda la ciudad en tres trenes para ir a Disney Land Tokyo. Como profesionales ya habíamos sacado las entradas en Internet desde España para ahorrarnos la cola de la taquilla. En realidad no hizo mucha falta, había una cola de unas tres personas.


Notamos para algunas personas interesadas que las normas del bien vestir de los parques Disney incluyen no llevar tatuajes (pero se permite ir vestido con un gorro de Pluto y colgantes de Minnie junto con el vestido de Cenicienta).



Empezamos por un trenecito que iba por un bosque de mentira con Indios de mentira y venado de mentira. Luego hicimos una cola de 30 minutos para una atracción muy bonita que imitaba el vuelo de Peter Pan a través de Londres, y otra de Pinocho del mismo estilo. Luego nos dijeron que habíamos tenido suerte ese día de hacer colas de solo 30 minutos, ya que normalmente eran de una hora o más. Pero a nosotros ya nos había matado la espera de Peter Pan y decidimos fijarnos ante todo en el tiempo estimado de espera que ponían en unos carteles en la entrada de cada atracción. Por lo menos, en las colas pudimos observar algunos energúmenos que se habían vestido para la ocasión.



Luego me fijé que a los que iban disfrazados les aplaudían los empleados cuando entraban a un sitio. Casi eramos los únicos que no tenían ningún accesorio Mickey Mouse.

Fuimos también al castillo de Cenicienta, a una montaña rusa, a unos karts de mentira y a un cine en 3D.


Al final del día se podía ver un desfile con luces y fuegos artificiales,así que decidimos hacer tiempo hasta que empezara. Leo y Chema fueron a otro cine en 3D de la Guerra de las Galaxias, luego yo también sin Irene porque no medía 102cm. Ese no sólo era en 3D sino que también se movían los asientos. Había que ponerse un cinturón y todo, y hasta me mareé. A todo eso nos faltaba más de media hora para el desfile y se dormían los niños, así que decidimos irnos. Alguno no llegó consciente a casa.


mardi 28 avril 2015

26 de abril - Tokyo

En nuestra primera noche en Japón sufrimos todos un poco de jetlag en diferentes grados, Chema el que más, yo despertándome a las 4 de la madrugada y los niños con despertares múltiples. Al final Leo se quedó dormido hasta las 11:30. Como no me lo podía creer y me empezaba casi a preocupar, iba cada cuanto tiempo a ver si respiraba. Al final se levantó y como era domingo, fuimos a visitar a la familia de mi amiga Tomoko que no había visto desde el 2008. Todos con unas cuantas arrugas demás.



Atsuko, la hermana fotógrafa de Tomoko, está intentando alquilar una cámara-impresora casera que te permite sacar estas preciosas fotos e imprimirlas en el acto:


Luego a los columpios. Encontramos una locomotora gigante para escalar.

R

Después de espaguetis con tomate y siesta, fuimos con toda la familia a comer sushi al barrio de Tsukuji, que tiene un antiguo mercado de pescado y montones de restaurantes de sushi. Fuimos al más conocido un restaurante de 3 plantas con una cola de 30 minutos para coger sitio. Comimos con tanto apetito que se nos olvidó sacar fotos de los platos tan bonitos que nos sirvieron.

A mí ya no me sorprende nada Japón ya que es mi cuarta vez aquí, entonces con motivos de este blog le pregunté cuáles fueron sus primeras impresiones de Japón y qué es lo que más le está llamando la atención. Dice que es el silencio que hay por las calles. Tomoko vive en un barrio periférico de Tokyo muuuuy tranquilo, pero aun en barrios centrales solo se oye el ruido de la música que se escucha por altavoces gigantes. En cuanto se quitan, es bastante tranquilo. No son mucho de gritar, sobre todo en el transporte público donde tenemos que llamar la atención a los niños cada minuto. Los únicos que hablan alto son ellos.

Luego dice que le gustan las máquinas que ofrecen bebidas tan variadas.


Y nos vamos a la cama. Mañana será un día duro que vamos a Disney Land.

dimanche 26 avril 2015

24-25 de abril: Un paseo por Qatar

Fue una paliza de viaje. Sin contar que el bloguero es el que menos descansa.
Para empezamos madrugamos para salir a las 10 de la mañana de Madrid hacia Doha, Qatar, del tirón y sin siesta. Menos mal que el vuelo fue buenísimo, y los niños también. Era un avión grande con mucho espacio para las piernas, comida rica, menú infantil, juguetes para los peques, pantalla individual... Todo un lujo.

En Doha, no vimos ninguno de los edificios famosos que siempre se ven en la tele y nos fuimos directos al hotel Kingsgate, o más precisamente a la piscina del hotel Kingsgate, donde charlamos con un Español que vendía máquinas de hacer chapas a los qataríes. Nos contó que ya son 4000 los españoles vivendo en Qatar gracias a la movilidad exterior.
Después del baño fuimos al zoco local que al parecer es lo único bonito de la ciudad.
Había mucho ambientillo ya que era viernes y miramos a los transeúntes, jeques vestidos de blanco con sus mujeres enteramente de negro, trabajadores indios, algún occidental.


Escogimos el lugar que nos pareció el más auténtico donde estaban comiendo locales. Comimos chicken curry, chicken pasta y chicken rice, todo un poco seco pero lo comimos todo con apetito.


Acabamos cansados


Después de una noche muy corta de por si y además interrumpida por el muezzin a las 3 y media de la madrugada, despegamos otra vez, esta vez sí que vamos a Japón. Fue muy largo, casi 10 horas en el aire, con lo poco que me gusta a mí volar. Casi no dormimos en ese vuelo tampoco, los niños vieron muchos dibujos pero se portaron fenomenal a pesar de estar largas horas sentados en un asiento.


¡Y por fin llegamos a Tokyo!

dimanche 19 avril 2015

¡Ya nos vamos!

Tenemos pasaportes, algún alojamiento y nuestro bonotren japonés. Ya estamos listos para salir el próximo viernes. Primera etapa: Doha, Qatar donde pasaremos una noche. Os contaremos. Esta vez no hay miedo con la censura, así que intentaremos poneros al día a menudo.